jueves, 25 de junio de 2015

Villarrica














Hoy quiero avanzar poco en la carta y contaros cositas de cada día, porque con esto de seguir la ruta a veces quedan atrás los momentos cotidianos, lo que nos pasa cada día, el cómo abordamos la vida de a dos aquí perdidos del mundo... y creo que eso es -en buena medida- una parte importante del camino.

Dejamos atrás el último fondeo (Rachel, maluco) bien rapidito porque lo de no tener cabos a tierra lo hace todo más sencillo; el parte de meteo nos daba 15 con rachas de 20-25 lo que aquí por los canales significa que fondeado tienes 15 y navegando seguramente 30. Esa es la previsión que nosotros consideramos buena para navegar: si esperáramos a días más tranquilos no nos moveríamos nunca; si quisiéramos navegar con más viento podríamos más a menudo... pero no nos apetece. En la medida de lo posible (que no es siempre) intentamos evitar pronósticos con rachas por encima de los 30 nudos y días de mucha lluvia. A eso hay que sumarle el hecho de que en invierno los días son cortos (no hay luz hasta las 9'30h) y que necesitamos llegar con tiempo suficiente al nuevo fondeo como para abordar una maniobra de cabos laboriosa (no queremos llegar pasadas las 17h porque a las 18'30h es noche oscura), por lo tanto nuestro avance sobre la carta es corto (nunca más de 35 millas al día) y escalonado (no podemos navegar todos los días).




La parte buena, que sí la hay, los paisajes están maravillosamente nevados, no corremos mucho riesgo de encontrar otro velero ocupando el fondeo que hemos elegido, y estamos navegando a vela casi todo el trayecto, todo desde que dejamos atrás Puerto Edén.

Navegamos sólo con la génova algo rizada, la corriente de nuevo con nosotros. A la hora de calcular el tiempo de las navegaciones seguimos pensando en 5 millas por hora pero la verdad es que en nuestros últimos 5 desplazamientos no hemos bajado de las 6 millas por hora... no está mal.




Siempre hay grupos de delfines que nos acompañan y no nos acordamos nunca de sacar el hilo de pesca (yo pienso que si sacáramos algo sería ya ultracongelado... el agua anda por los 4°).



Eran pocas millas y la idea era intentar visitar un nuevo glaciar, pero llegados al punto el viento era bastante fuerte. Habíamos tenido sol toda la mañana pero el dia ya estaba nublándose. Si llegábamos al glaciar teníamos que pasar noche allí (a unas 2 millas) y salir al día siguiente con el riesgo de quedarnos atrapados en el hielo... decidimos ir al fondeo directamente y dejar el glaciar para el día siguiente o simplemente para otra ocasión, o para el cajón de los deseos incumplidos. Ya hemos visto dos glaciares espectaculares y preferimos ser conservadores.

El fondeo (caleta Villarica 50ª49'4S 074ª00'8W) tiene dos pozas, una abierta al canal y una interior a la que se accede por un paso muuuy estrechito (Johan dice que no es para tanto, que nos esperan otros peores) y nos decidimos por la interior.




 Pasamos sin problemas (yo ni siquiera miré, las paredes me parecían demasiado encima del velero) y fondeamos en una esquinita, dos cabos a tierra (fácil) para pasar la noche.



Todo estuvo tranquilo y al día siguiente dejamos el fondeo alrededor de las 10, en un día nublado y feuco, con bastante viento que nos dejó claro que el glaciar sería para otra vez... destino: Wanderer.

Si alguien se pregunta si nos estamos encontrando a mucha gente... la respuesta es que no: desde Suárez ni un sólo barco de pesca, desde Puerto Edén ni un alma.

Sin embargo, cada día hablamos por la radio con Wolfgang que lleva una net de la gente que navega en la zona y quiere participar. Ahora mismo somos tres “descerebrados” navegando en invierno. Si analizamos el conjunto somos probablemente los “menos locos”: hay un velero de Alaska que nos lleva como un mes de ventaja, viajan con dos niños pequeños; si todo va bien tal vez podamos coincidir en una semana en un punto en el que ellos tomarán sur hacia Williams y nosotros norte hacia Natales. Los otros son una pareja que va en un catamarán y viajan con rumbo norte! ellos son sin duda los que lo tienen peor porque nosotros tenemos que esperar a un día con vientos moderados para navegar y eso pasa una o dos veces en semana pero ellos necesitan esperar vientos del sur... y eso hace 20 días que no pasa (llevan 20 días en el mismo fondeo) tal vez coincidamos con ellos en un par de días.
En general todos estamos contentos y bien; los de Alaska se quedaron sin gas antes de llegar a Natales y estuvieron una semana comiendo solo frío (pensad que ni pan tenían porque hay que amasar y hornear a diario), latas de fruta, leche en polvo, cereales, ensalada de lata... nosotros tuvimos un susto porque en el fondeo en que nos nevó el gas dijo chao!

Tuvimos que demontar la manguera y el regulador a ver si la cosa tenía arreglo. Después de calentarlo todo a la lumbre de la estufa vimos que el regulador tenía algo de agua y se había congelado, buff, qué descanso. Tenemos un plan B -como para casi todo- de tres campingaz con su propio regulador, pero la idea de comer frío hasta Natales nos dejó... congelados!!!

Bueno, se quedan muchas cosas en el tintero pero no puedo abusar del sailmail... hasta aquí por hoy, en la próxima contesto las preguntas que nos han llegado en los comentarios del último post!

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