martes, 3 de diciembre de 2013

De vuelta a casa, de regreso en San Blas


Y después de muuuuucho trabajar, sufrir momentos de quasi desesperación, pasar más calor que un tonto... etc, etc (queda pendiente un extenso post con todas las mejoras que hemos hecho a bordo que son muchas, y más que serán porque tenemos el barco cargado de material para acabar los trabajos que no hemos podido hacer en estos días) llegó el momento de volver al agua, con un naranja radiante, con un antifouling estupendo, con muchas ganas de mar




Estábamos más que avisados de que las aguas de la bahía de Cartagena son, por decirlo fino, ricas en proteínas (sucias, sucias, vamos) y que dejar el barco ahí por días era desgraciar la patente nada más ponerla así que nuestros planes eran pasar sólo una noche, hacer las últimas compras y salir disparados hacia nuestro paraíso.panameño.

La primera noche fondeados fue estupenda -como en el agua en ningún sitio- y en cuanto desayunamos nos fuimos al super, la tarde la dedicaríamos a los bricocentros y al día siguiente a San Blas. 

Pero si en algo estamos especializados es en cambiar de plan en un plis plas; mientras yo disfrutaba en la sección de verdura y fruta, Johan fue al ciber del super a consultar el parte. Lo veo venir por el pasillo

- ¿te va muy mal si nos vamos ya? - me pregunta
- ¿del super? - contesto yo
- no, de Colombia! se anuncia una depresión y en dos días va a ver temporal con mucha ola, prefiero ir a motor pero tranquilo, ¿puede ser?
- pues claro!!!!

Total que llegamos al Alea y en diez minutos pusimos el barco a son de mar... en fin, dicho de otro modo metimos todo lo que había por medio en bolsas y más bolsas para vaciar, seleccionar y ordenar a nuestra llegada a San Blas y antes de hervir unos macarrones ya teníamos el ancla arriba.

Salimos tranquilos de la bahía -bueno esquivando a un submarino que digo yo que quien tendrá preferencia en estos casos-  y tranquilos enfilamos el regreso a "casa"

Ha sido una de nuestras navegaciones más tranquilas/aburridas. Salimos pensando que si a la ida habíamos tenido una corriente de 1'5 nudos a favor, ahora nos tocaba llevarla en contra y por lo tanto no teníamos una previsión muy optimista de velocidad; a pesar de ello íbamos marcando 6 nudos sin dar mucho motor ¿otra vez corriente a favor? pues es un misterio que no hemos resuelto pero damos gracias por ello.

                               


Hicimos guardias tranquilas, comimos sin mucha experimentación gastronómica, ni siquiera nos animamos a sacar el hilo de pesca, yo me leí dos libros en los menos de dos días

Y claro, con la velocidad que nos regalaba la corriente... nuestros cálculos sobre la hora de llegada se incumplieron de lejos y -otra vez- llegamos en lo más oscuro de la noche.

Entrábamos en el archipiélago por un paso que no conocíamos pero que marcaba una sonda tranquilizadora, sin embargo en un momento donde la carta señalaba 30 metros la sonda subió hasta 8... para volver a 30. Sin más novedad enfilamos Narganá, nuestra casa, nuestro puerto base y a las 3h de la madrugada, con el ancla comprobada y asegurada, nos fuimos a dormir.

Y el Alea vuelve a surcar las aguas de San Blas


                           

Con el nuevo antifouling hemos notado que vamos más rápidos, con el nuevo buje el motor suena más fino, con las nuevas roldanas de proa la cadena sube más contenta, con el nuevo naranja en el casco se nos ve desde más lejos

San Blas nos ha recibido con sus mejores colores


 







 Y yo, para variar, soy feliz feliz

                              

Johan también... pero esta vez no hay foto suya :-)

Ahora toca volver a tramitar la entrada en el país, papeleo y demás pero sobre todo, seguimos navegando