domingo, 30 de enero de 2011

Rumbo a Lesbos


Y volvemos al mar, que es nuestro medio!

Teníamos pensado alargar unos días más en las Esporadas antes de dar por finalizada nuestra temporada veraniega, pero teníamos gente a bordo que nos pedía millas... y teníamos millas para darles



La previsión de tiempo era buena -según meteogr F3- con viento del norte que nos entraría de través -perfecto- pero subía bastante en intensidad si nos esperábamos un día más. Como parte de la tripu tenía cierta predisposición al mareo, decidimos entre todos que era mejor arriesgar a tener que usar el motor que vernos en una travesía larga con F5/6.


Madrugamos -todos, nadie quería perderse el amanecer- y levantamos el ancla a las 6:00 para afrontar las 83 millas que nos separaban de Lesbos.



Nada más salir del fondeo nos esperaba un mar como un plato, ni F3 ni F2... con suerte una brisita para recordarnos que estábamos navegando... ¡a motor!




En cualquier caso era un placer para la vista. Los primeros rayos de sol daban un aspecto realmente mágico al entorno



Sin forzar el motor, contentos con una velocidad que variaba entre los 5 y los 5,5 nudos, tuvimos tiempo de leer, dormitar, jugar, ver delfines; con un tiempo tan tranquilo resultó sencillo cocinar, recoger y demás






Y poquito a poco el sol se fue ocultando volviendo a regalarnos un espectáculo que es único... todos los días



Y puntuales, a las 23h, según lo previsto, llegamos a Sigri.


La entrada es sencilla... si se dispone de la información necesaria (para entrar siguiendo los alineamientos de los faros) y/o los instrumentos (plotter, radar) ya que hay que pasar por una zona con bajos poco visibles; a la mañana siguiente vimos que no se trataba solo de historietas de navegantes y que otros habían corrido la peor suerte


El puerto que aparecía en la Pilot que manejamos (ed. Imray, la que utiliza casi todo el mundo que se mueve por estas aguas) estaba muy mal iluminado -no se veía nada- y optamos por amarrar en el muelle que hay un poco antes; la guía indica que pertenece a la Marina -al ejército de Marina- pero que dejan pasar la noche a los veleros habitualmente.

Con 10m de agua de calado y miles de pescados alrededor (se había producido una fuga de una piscifactoría cercana y parecía que el mar hervía de peces) aun tuvimos tiempo para ir a tomarnos un ouzo ya que Lesbos es la isla especialista en la materia.

Felices de haber cerrado una etapa y haber dado inicio a la siguiente nos fuimos a dormir algo perplejos porque después de tantas millas habíamos dejado atrás las Esporadas (del oeste)... para llegar a las Esporadas!(del este)


ya sabes que te esperamos

a bordo www.sailingalea.com

Meteora

Algunas veces en la vida tenemos sueños (más o menos sensatos, más o menos razonables) que pueden ser hacer esto o aquello o visitar tal o cual lugar del que nos hemos hecho una imagen poco menos que maravillosa en la mente

Eso me pasaba a mí -vayan ustedes a saber por qué- con los monasterios de Meteora

Desde luego que no son el único sitio al que soñaba llegar algún día, soy una mente inquieta, y también es cierto que muchas veces cuando llegas al lugar soñado te llevas una "desilusión" (es el precio de mitificar las cosas) y que pese a ello no renuncio a seguir persiguiendo ilusiones

La cuestión es que Meteora no está precisamente de paso en ninguna ruta que se haga con un velero (el lugar más próximo en nuestro caso para escaparnos era desde Volos) y se dió la circunstancia de que si inicialmente entendimos que Volos era un buen lugar para recoger a nuestros visitantes al final resultó que llegar directamente a las Esporadas era mejor plan -lo que me alejaba irremediablemente del sueño- pero a veces la vida se conjura en favor de uno... y en esas ocasiones hay que dejarse llevar

Esperábamos la llegada de Rosa y Francesca y ellas dijeron "nos vemos en Volos" y nosotros dijimos "tenemos tiempo sobrado de llegar, por qué no".

Hicimos una travesía agradable desde Skiathos y llegamos a Volos que no nos pareció una ciudad especialmente atractiva pese a que pudimos "robarle" alguna imagen bonita.




Los amarres más céntricos estaban reservados para los lugareños (nada que objetar) y nuestro lugar resultó algo problemático (hasta tres veleros depositaron amablemente sus cadenas y anclas sobre la nuestra... nuestra salida de Volos fue memorable; aun se deben acordar del velero naranja)


Pero estábamos cerca de Meteora; llegaron Francesca y Rosa y les propusimos un día de excursión tierra adentro y con una sonrisa dijeron que sí (pensé que también debía ser para ellas una meta llegar a Meteora, después descubrí que no era así, sencillamente la sonrira abierta forma parte de sus vidas!) y alquilamos un coche y pusimos rumbo a los monasterios

No tengo mucho que explicar, porque me quedé sin palabras

Esta vez no hubo espacio para el desencanto

Esta vez pase el día con la boca abierta... y aun no he podido cerrarla del todo

Ahí os dejo unas imágenes, y vosotros opináis
































seguimos en ruta, persiguiendo sueños


Kira Panaia

Y por fin llegamos a la última de "nuestras" Esporadas septentrionales; hay más islas en este conjunto pero no las hemos visitado por esto o por aquello, pero este es un buen broche de cierre a nuestro periplo.

Di os fijáis, al norte de la isla hay una bahía (Platanis) con una entrada muy angosta que se abre en forma de precioso corazón
Sí, tal y como cabe imaginar si interior es un remanso de paz, un espacio perfecto, sólo con fuerte viento del norte puede resultar un poco difícil salir de ahí, aunque si la prisa no es tu compañera y tienes la despensa llena... tener que quedarse unos días está muy lejos de ser una desgracia!



La isla está deshabitada salvo por un monasterio en el que aun viven algunos monjes. No paramos en la pequeña cala que da acceso a este monasterio porque se necesita un día muy calmadito y cuando eso pasa los barcos de paseo de día están todos ahí apiñados, eso sí, en nuestra navegación pudimos ver la silueta del edificio en la que destaca -por lo menos desde el mar- un buen número de placas solares ¡modernos estos monjes!

Pero volvamos a Platanis

Es una experiencia ir navegando para encontrar la entradita y aparecer de repente en las aguas tranquilas de la bahía



buscar un buen lugar, dejar caer el ancla y disfrutar del silencio



Hemos estado dos o tres veces; cuando no hay demasiados barcos en la noche el silencio puede ser casi total. Tal vez uno de los mejores momentos del verano con Lucía y José María, con el cielo estrellado, un poquito de buena música y un vinito... no nos hicieron falta ni palabras



Es cierto que las aguas de esta bahía no son tan cristalinas como la de otros rincones, posiblemente el hecho de que el fondo sea de algún tipo de roca caliza hace que la apariencia del agua sea más "lechosa" y no se pueda vislumbrar el fondo cuatro metros más abajo como pasa amenudo por estos lares



Pero hemos hecho snorkel y hemos descubierto restos de fuselaje de un avión (que seguramente sería de algún equipo antiincendios pero nosotros nos inventamos que era de alguna antigua guerra) y hemos podido llegar a tierra y pasear por los no-caminos de la isla (no hay ni senderos dibujados) en busca de las abundantes cabras que la habitan



Porque si Peristeri era la isla del gato esta la hemos bautizado como la isla de las cabras mutantes, jeje
Aunque la que pesqué en la foto es de lo más normalita, lo cierto es que vimos cabras con unos dibujos la mar de raros (mitad negras a topos blancos -cual vacas- mitad marrones y así montones de combinaciones extrañas) y la verdad es que era divertido jugar a ver la cabra más rara! Por cierto que dicen las guías que además de los centenares de cabras la isla está también habitada por un toro y yo no sé si será o no verdad pero mis dos incursiones a lo Indiana Jones se han acabado en cuanto he oído algún ruido que no he sabido identificar y he supuesto que era un Miura que me acechaba y no me ha parecido que los árboles peinados por el Meltemi fueran un buen refugio...


Y si dejamos Platanis, la otra bahía, situada al oeste de la isla y con el mismo nombre que esta es otro rincón en el que pasar un día olvidado el mundo;


por estar más cerca está mucho más concurrida por los chárter de una semanita, pero sus aguas son terríblemente azules, cristalinas, el paseo para buscar la mejor cabra está también ahí, las noches son igual de estrelladas...


Y el silencio también se convierte en un buen aliado para alejarnos de todo lo que hay fuera

un sueño!




si quieres venir a buscar una nueva isla desierta
ya sabes que te esperamos
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miércoles, 26 de enero de 2011

Peristeri


Peristeri -o Peristeria- es una pequeña isla situada al este de Alonissos. No tiene población estable (algún pastor tiene alguna vivienda, también están los vigilantes del parque natural y creo que poco o nada más) y por lo tanto ningua aldea, ni bar, ni taberna.



Tiene una bahía con buen resguardo y bastante popular (Vasiliko) en la que estuvimos pasando un día -no tengo ni una foto ¿estaría disfrutando del baño y me olvidé de la cámara?- pero nuestra favorita es Ormos Peristeria, en la cara sur, a la que nosotros hemos bautizado como "la bahía del gato"

Está tan bien resguardada que a veces hemos estado allí con el agua como un plato y con F6 fuera, una maravilla



Es un recodo en el que los olivos literalmente ocupan la playa. Parece imposible porque no pudeo dejar de imaginarme las raices hundidas en un suelo que ha de estar empapado de agua de mar... pero ahí están cargaditos de fruto



Lamentablemente la playa no siempre está muy limpia; son muchas las pequeñas lanchas a motor que llegan por unas horas cargadas de gente con ganas de pasar el día y que cuando se van no se llevan todo lo que deberían... pero aun así el lugar tiene la gracia de los lugares tranquilos donde nada puede distraerte de la contemplación de la naturaleza.



Hay espacio para varios barcos simplemente echando el ancla, pero para pasar la noche es mejor amarrar con el consabido cabo a tierra (importante no olvidarse de bajar calzado para atar los amarres ya que el lugar está lleno de erizos de mar) y comprobar bien el ancla antes de dar la maniobra por buena ya que el fondo de posidonia hace que a veces no coja a la primera.



La primera vez que estuvimos allí, las 20.00h un gato muy ufano él, recorrió la playa con pinta de centinela de castillo de otras épocas: paso lento, mirando a lado y lado. Al llegar al extemo de la playa pareció pasarle el santo y seña a otro gato que allí estaba.

Cuando regresamos días después, Johan le dijo a Lucía que en esa cala a las 20.00h había un gato que hacía una ronda de vigilancia... y a las 20.00 ¡el gato volvió a aparecer!
Hay veces que las casualidades tienen el don de arrancarte una sonrisa... y de bautizar un lugar.


queda claro que este gato no es El Gato... pero ilustra bien la historia ¿verdad?


¿y qué se puede hacer en un cala en la que no hay nada, en una isla en la que no hay nada?

Pues podríamos responder que nada, pero en verdad se puede echar un vistazo bajo el agua




o remar hasta la playa y caminar por los alrededores



leer, pensar, charlar, ver las estrellas, jugar a ser el primero en descubrir la luna, mirar, oler o simplemente sentir



en resumen SER FELICES



recuerda que si quieres vivir en directo una de las
etapas del viaje del Alea estaremos encantados
de recibirte a bordo
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jueves, 20 de enero de 2011

Alonissos 4ª (y última) entrega

Pues nada, que dice Johan que por muy favorita que sea la isla no me puedo quedar aquí estancada y tengo que cerrar este capítulo del viaje.

Lo cierto es que poco queda que explicar de Alonissos porque lo que resta son calas, rincones...

Destacar Rousoumi, por lo protegido, porque se puede ir a pie dando un paseo a Patitiri, porque se puede nadar hasta la playa y tomarse una cerveza de miedo en los barcitos que la llenan


porque se puede ir de excursión con Aleita a unas cuevas que según a qué hora te acercas te reciben llenas de murciélagos.



Y sin duda Steni Vala, algo más al norte
se trata de una pequeña población (a penas dos supermercados con servicio de bar y unos cuantos restaurantes) que siempre en temporada alta es muy popular por lo que no es extraño encontrar veleros en la bocana esperando a que alguien salga para ocupar su puesto.

En este puerto la peculiaridad es que el fondo es bueno para echar el ancla pero debes quedarte a unos 4 metros de distancia del muelle porque ahí se acumulan las rocas y la profundidad es mínima (está bien indicado en la guía). Esto te obliga a tener unos cabos largos (y a poder ser menos pesados que los que usamos nosotros habitualmente) ya que cuando se los pasas al voluntario de turno que amablemente espera para ayudarte tienes que hacer un lanzamiento de larga distancia!... en este puerto siempre he quedado relegada de mi condición de lanzadora de cabos y he sido substituida por Johan (tengo que darle más al winche y mejorar mis biceps!!)

La otra posibilidad -si no hay voluntario en tierra- es abarloar a un vecino y llegar a tierra desde ahí, divertido, eh?



¿y para llegar a tierra?

pues fácil, se pone la auxiliar entre el barco y el muelle, con un sistema de cabos se hace un sinfín que te permite llevarla de un lado a otro y listos!

Eso sí, si vuelves de noche, después de una cervecita y no tienes clara la teoría del cambio de pesos (entre tierra y auxiliar, auxiliar y velero) puede pasar -fácil- que mientras un pie se aferra a tierra el otro huya a bordo de la auxiliar, en un momento de pánico te lances a la barquita y sin saber como estés agarrado a la regala del velero del vecino, con todo el cuerpo supendido en el aire, los pies luchando por no despegarse del flotador lateral de la auxiliar, los tertulianos del bar esperando tu caída para hacer la mejor foto del día, tu novia destornillándose de risa sin echarte una mano

pero si eso hubiera pasado en el Alea yo no lo iría explicando así sin más, de verdad que no lo haría Edu...

Y volviendo a Steni Vala, de lo mejor, el super de Kostas, no hay más que ver su letrero que deja claro que no es un super que esté en el Paseo de la Castellana y que su público principal no son corredores de bolsa, porque lo mismo te ofrece un pollo congelado, que el parte del tiempo, una barra de pan fresco que una ducha, esto sí es servicio!



Aunque lo mejor son sus croissants de chocolate con los que nos hemos desayunado más de una vez, de esos con los que es imposible no churretearse toda la cara y dejar el plato hecho una pena (bueno, menos Rosa, que debe practicar mucho durante el año y no dejó caer una gota de chocolate en ningún lado).

En el Alea tenemos por costumbre no dejar que un visitante se vaya sin hacer un as de guía como Dios manda, y el premio para los que lo consiguen es un croissant de chocolate... los que han "cobrado" su premio aquí han tenido que rendir examen además de ballestrinque, que el croissant no era para menos!!

Y aquí es donde el internet desaparece (no podíamos conectarnos con nuestro sistema vía red de telefono y debíamos ir a un bar a pagar por la conexión con su wifi) y no vuelve a aparecer en las siguientes islas que nos esperan al norte.

Porque llega un punto -este- en que la civilización dice adiós por un rato.




¿y algo más en Alonissos?

pues rincones para perderse un día, muchos, pero no encuentro palabras para describirlos.







Nos leemos prontito, pero ya será en otra isla

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Info para navegantes


Las últimas compras antes de partir a Kira Panaya se pueden hacer en Steni Vala pero no es raro llegar un día en que el congelador se haya quedado vacío y Kostas te diga que hasta dentro de dos días no hay comida fresca... mejor llevar algo de reserva desde Patitiri por si acaso

Comprando en este super o comiendo en alguno de los restaurantes te dan la posibilidad de llenar gratuitamente el tanque de agua

Hay un espacio reservado y señalizado para un barco de paseo de día; es importante respetarlo y si decidís ocuparlo informaros de que el barco no va a venir en lo que resta del día porque de lo contrario os tocará dejar el amarre... el dueño de la plaza no se rinde nunca y consigue amarrar donde le corresponde.